mar 2, 2018 0
Revisitando a Marx: repensar la economía desde la democracia
Hablar de Carlos Marx y del trabajo doscientos años después de su nacimiento no puede hacerse desde una reflexión acrítica, como si no hubieran pasado dos largos siglos preñados de cambios. En estos doscientos años se han producido profundas transformaciones en las formas de generar valor por parte de las empresas capitalistas y, como consecuencia de ello, ha cambiado profundamente la realidad del trabajo y del conflicto social, lo que requiere de nuevas estrategias por parte de los sindicatos.
La deliciosa película El joven Marx nos muestra cómo el joven filósofo, poco a poco, fue dejando de interesarse por los vacuos debates intelectuales con Proudhon sobre la interpretación de una realidad que estaba mutando. Proudhon representaba un concepto de socialismo vinculado a una forma de producción basada en el trabajo de los artesanos, que estaba en declive. En el capitalismo emergente la explotación de los trabajadores por parte de los propietarios de los medios de producción era mucho mayor que en la producción artesanal y también las plusvalías generadas. La película refleja cómo el joven Karl fue progresivamente implicándose en la lucha política y social que batallaba contra esa lacerante explotación de las trabajadoras y trabajadores industriales, la nueva clase social emergente.
Esta inmersión en la lucha política de los trabajadores no hubiera sido posible sin su estrecha colaboración con Engels, y sin la determinante influencia de la compañera de este, Mary Burns, una joven trabajadora que, como hilandera de las faraónicas factorías textiles de Manchester, había sufrido en su propia carne la dura realidad de la clase obrera inglesa. Podría decirse que Marx comprendió lo que realmente significaba el capitalismo gracias a Engels, y a Burns.
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