mar 2, 2021 0
La economía como ciencia (interesada) de la escasez
En esta entrada tengo por objetivo reflexionar de forma crítica sobre el objeto de estudio de la economía, eso sí, de forma “breve” y divulgativa; pretendo, no obstante, ser muy riguroso con todo lo que aquí escribo. De esta manera, haré alusión a por qué es importante reflexionar sobre esta cuestión; introduciré algunos elementos históricos del pensamiento económico y también alguno de carácter metodológico; finalmente, el objetivo de esta entrada se concretará en la presentación de una hipótesis crítica.
La importancia de reflexionar sobre qué estudia la economía
Una de las reflexiones críticas más interesantes que he tenido oportunidad de leer es la que realiza García-Rubio (2016) sobre el objeto de estudio de la economía. En este ensayo, el autor cita en exergo una celebérrima frase de Arthur C. Pigou (1877-1959):
“Yo agregaría alguna palabra para algún estudiante que esté iniciando el estudio de la economía y pudiera estar desalentado por la severidad del esfuerzo que el estudio… parece exigirle. Los complicados análisis que los economistas intentan llevar a cabo no son meramente una gimnasia, son instrumentos para el mejoramiento de la vida humana. La miseria y la asquerosidad que nos rodea, el lujo insultante de algunas familias ricas, la terrible incertidumbre que ensombrece a muchas familias pobres… éstos son males demasiado evidentes para ser ignorados”.
Tal y como comenta Naredo (2015), conviene detenerse y reflexionar sobre si el paradigma económico actual se encuentra en crisis (en un sentido kuhniano); es decir, si el enfoque dominante del estudio de la economía resulta inadecuado para explorar determinados aspectos de la realidad que llevan mucho tiempo siendo preocupantes. Se pone de manifiesto así la incapacidad de nuestra disciplina para dar solución a los problemas más acuciantes de la realidad social, a saber: el hambre, la pobreza, la desigualdad, las crisis cíclicas, el deterioro medioambiental, etc. Todos estos problemas parecen no tener solución desde el paradigma económico dominante y “son males demasiado evidentes para ser ignorados”.
Conviene, por tanto, reflexionar de forma crítica sobre el objeto de estudio de la economía. De otro modo, seguiremos contribuyendo a desarrollar un solo enfoque en la capacidad de razonamiento del alumnado, siendo esto un ejercicio consciente o inconsciente de fraude intelectual. Es un hecho contrastado que existe más de un enfoque a la hora de estudiar economía.
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