abr 7, 2021 0
Las transferencias europeas no salen gratis
Se ha convertido en un mantra repetido una y otra vez afirmar que, por definición, a diferencia de los préstamos -que, evidentemente, sí hay que devolver con sus correspondientes intereses-, el dinero procedente de Bruselas en forma de transferencias no debe ser reintegrado. En consecuencia, estas no representan una carga adicional para las cuentas públicas, sino que, por el contrario, aumentan el margen presupuestario de los gobiernos.
De este modo, se traslada un mensaje erróneo, aunque de gran calado: la Unión Europea (UE), al abrir esta fuente de financiación a los gobiernos, está a la altura del enorme desafío que representan la pandemia y la crisis económica y social asociada a la misma. ¿Es realmente así? ¿Podemos hablar de una generosa “lluvia de millones” procedente de Europa, que ha puesto la solidaridad por delante de cualquier otra consideración?
Lo primero que hay que señalar al respecto es que la Comisión Europea (CE) tiene que devolver entre 2027 y 2058 la deuda contraída en el mercado de capitales a través de la emisión de bonos por valor de 750 mil millones de euros con la que financiará el Plan de Recuperación para Europa. Con los criterios aplicados para distribuir estos recursos, a España le corresponden 140 mil millones de euros -que, en principio, recibirá entre 2021 y 2023-, de los cuales el 51% son transferencias. No es la primera vez que la UE acude al mercado de capitales, pero sí lo es la mutualización de la deuda acordada por los 27 países miembros.
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